domingo, 19 de abril de 2015

EN TORNO A LO FANTASTICO

EN TORNO A LO FANTASTICO.  ANOTACIONES PERSONALES.

Todas estas grotescas desproporciones
entre la riqueza del mundo percibido por el olfato
y la pobreza del lenguaje hacían
que dudará del sentido de la lengua.
PATRIK SÜLKIND (El perfume)

            Pensar que en la literatura se encuentra el único ámbito de lo fantástico es subestimar su alcance, quizás hacerlo implica una limitación parecida a la de aquellos hombres que pretenden ubicar como contexto de aparición de los ángeles a los terrenos religiosos o a los libros sacros de la iglesia católica.
            En cualquier manifestación humana está escondido un halo fantástico, hasta en los libros más racionales o reflexivos de la filosofía o la ciencia se encuentran velos alternos -diría cualquier víctorbravosiano-  que se pudiera atisbar  y  develar.
            Fantástico es cualquier ruptura que la razón no puede explicar y quizás las hoy sesudas explicaciones del origen de la vida sean, dentro de unos cuantos años, literatura de ficción, a la caída de una episteme suceden y renacen los velos de la fantasía.
            Especula el hombre para explicar, especula para esconder miedos, para volcar la multiplicidad del cosmos en el lenguaje, lo fantástico es terreno baldío donde la razón ha perdido su dominio. De lo fantástico a la realidad virtual
            Son fantásticos los mundos recreados por la virtuali­dad, el ciberespacio es otro mundo creado por estas máquinas ávidas de interrumpir el paraíso del hombre con la naturaleza. Las sensores desplazan a las palabras y desploman al mundo real. La ficción nace entonces de los lenguajes de programación cibernéticos y se instalan en las mentes de los ciberactantes.
            Esta ruptura epistemológica ha ocasionado francas desavenencias en relación con las propuestas verbales que la literatura ha ejercido en los lectores. El advenimiento de una nueva era audiovisual signada por la interacción ha propuesto discusiones interesantes en torno a la recreación de estancia temporales y espaciales bajo lenguajes de computación.
            Admito que los campos (literario-ficcional y ciberné­tico-virtual) no se sustituyen y no está en mi ánimo enfrentarlos, al contrario se complementan y enriquecen. La disgresión aparente tiene su base en los presupuestos teóricos a propósito de la creación de mundos alternos que llevan al hombre a ámbitos fantásticos. En ese encuentro del arte con la tecnología se esta fraguando una rebelión que pretende quebrar la episteme dominante en el siglo XX.
            A partir de interrelaciones verbales el hombre fue, durante mucho tiempo, un pequeño dios que creó en su pensamiento mundos alternos rebosantes de elementos extraordinarios que rompían con la coti­dianidad.
            La lectura, a pesar de Mac Luhan, no perecerá, ahora para leer al mundo se suman los otros sentidos, los sensores nos posibilitan la entrada a otros mundos provistos de realidades recreadas.
            Buena parte de las producciones cinematográficas de nuestro tiempo recurren al artificio tecnológico para crear ámbitos fantásticos pero ello no impide que sigamos leyendo.
            En buena parte de los "nuevos" juegos de vídeo se intenta incorporar al jugador usando la cibernética, no obstante, los juegos de lectura persisten y para los iniciados siguen siendo tan atrac­tivos como estas maravillas tecnológicas. Quizás la razón que predomina en ambos es que el protagonista es el homo ludens. Porque jugamos creamos mundos fantasticos donde lo imposible esta de capa caída y los velos se cruzan a cada rato en la lucidez de la razón.
            Particularmente "ligar los ámbitos de la ficcionali­dad literaria con los de la realidad virtual pueden desvirtuar, probablemente, el ejercicio imaginativo del hombre y con esto la creación artística.
            A partir de la lectura se inaugura una multiplicidad de relaciones cognitivas conscientes e inconscientes que ponen de manifiesto un sinnúmero de experiencias culturales y vitales del lector, en el caso estrictamente literario la polisemia textual supone una multiplicidad de estancias temporo-espaciales en el lector. Pensando en estas noches renuncié a la idea de seguir pensando que debería conformarme con las propuestas a propósito de lo fantástico, sacados de libros decimonónicos y de manuales de psicoanálisis. Lo fantástico es todo lo que nuestra mente no se imagina y que surge de situaciones inusuales, fantástico era para un aborigen americano un tren como para un latinoamericano es un trasbordador espacial, fantástico es para un francés una serpiente amaestrada con música como para un suizo fantástica es la existencia de los sicarios colombianos. Fantástico es nuestro dios crucificado para un siux como es para un motilón fantástica la idea o el misterio de la trinidad.
Lo fantástico en América y sus implicaciones
     Lo fantástico en América es todo lo que la cotidianidad rozaba para alterar a la ficción. La impronta fantástica de los desconocido se constituye gracias a las posibilidades de la mente humana de imaginar pero como los americanos vivimos imaginando más que pensando pues es natural que aneguemos la ficción con nuestra realidad mental. Un proceso inverso conlleva a instaurar nuevos mundos, cuando intentamos decir la verdad es cuando las versiones dicen nuestras mentiras. Agregaba en aquel entonces que por esa razón se recurra a crear imaginarios zoomórficos llenos de sirenas, unicornios, gárgolas y toda especie de engendro extraordinario para proponer a los lectores las alteraciones del "mundo real, el mundo racional y verdadero".
La sola mención de la palabra es una puerta para que se inaugure toda clase de ficción fantástica en el referen­te, en la realidad misma, lo fantástico empieza cuando los objetos ordinarios empiezan a llenarse con una aureola de misterio que lo convierte en alteridad.
            Las propuestas de los escritores, de antemano, constituyen un aporte más al mundo fantástico, pero la ruptura no esta en la referencialidad del texto sino en la disposición que de tales signos hace el lector. Es el lector quien da paso a la ficción, la ruptura se inicia en las palabras, a veces, pero se desarrolla en las máscaras del lector.

            Un hombre soñó que había enfermado de realidad, al abrir los ojos salieron dos mariposas de sus párpados, entonces supo que todo había sido simplemente un sueño. 

REALIDAD Y FICCIÓN

ENSAYO FICTICIO DE UN LECTOR REALO ENSAYO REAL DE UN LECTOR FICTICIO

...por el hombre vuelve a ponerse toda la historia
en la balanza y salen de su escondrijo los secretos
del pasado para que su sol les ilumine.
No es enteramente posible adivinar todo lo que será
aún la historia.
FRIEDRICH NIETZSCHE

I. ARBITRIO PRIMERO

...así continuaron viviendo en una realidad
escurridiza momentáneamente capturada por las palabras,
pero que había de fugarse sin remedio cuando
olvidarán los valores de la letra escrita.
GARCIA MARQUEZ

·       
La historia de los hombres es la de la palabra, el verbo da perennidad a la acción y también le concede algo de sentido.
·       
Lo histórico es un espejo trashumante que convierte lo sucedido, en supuestas verdades que abren caminos y destinos a los pueblos.
·       
El recuerdo pareciera ser la valoración que viaja y une tiempos, a través del recuerdo toma sentido el espacio.
·       
La memoria de un pueblo está en su capacidad de recordar, esto es, iluminar con la reminiscencia, hombres, tiempos y espacios, relacionándolos e interpretándolos.
·       
El hombre es un hacedor de recuerdos, vive para hacer luces que luego son rescatadas por la posteridad.
·       
La verdad no está en lo que dicen las palabras, sino en lo que sin decirlo dicen, no desnudos sino a través de los ojos del escritor es que son luz y vida  los recuerdos.
·       
Lo ficticio no es un invento del hombre, es una vida alterna que hace para escapar de su fugacidad, engañando a sus dioses y huyéndole a su sombra, es decir a su muerte.
·       
La casa de la mentira fue la casa de la historia, yo lo viví, yo lo vi, yo lo supe, yo lo desentrañé  no han sido más que artificios para imponer los dogmas de un olvido que no está en los hombres, sino que entra a ellos a través de sus sentidos, falsos testigos de la vida misma, falsificadores de palabras.
·       
La casa de la verdad está en los restos de la casa de la historia, constituye un mundo cenizado de recuerdos rescatados y convertidos, revividos y resaltados en lo verídico del caos. Fragmentos que revelan la desintegración del hombre moderno, pero que son una muestra de la unidad disuelta en la pérdida genealógica de la univocidad humana.
·       
Historia, historicidad, historiografía, histórico, historicista, historicismo, historiado, histeria de términos para presumir que se ha entendido qué es el vivir.
·       
    Ficción, ficticio, ficcionalizado, ficcionalizar, ficcionario para evadir que algún día tenemos que morir.

II. INTERMEDIO

            El tiempo pareciera ser el soporte que le permite al hombre, mejor dicho a la cultura, iniciar recorridos por los caminos de la reflexión.
            La temporalidad acentúa los cambios vertiginosos de lo corpóreo y lo invita a hacerse constantemente preguntas sobre su entorno y sobre si mismo.
            Tales inquisiciones se resuelven con palabras, con palabras apostadas a las puertas de los ejes temporales, cargadas de signos que nombran y que se nombran, y al mentarse a sí mismas hacen un híbrido hecho de referentes e imaginarios; que al mencionar y referir deshacen un mundo y erigen un caos hecho de verbo y facto conjugado en la escritura.
            Atreverse a reflejarlos es ejercicio cotidiano del escritor, quien exorciza sus temores a partir de la conjugación híbrida y del fragmento que contiene al universo.

III. ARBITRIO SEGUNDO

EVIDENCIAS

·      A propósito del texto1.

            Pensar que un texto es histórico2  porque aluda a hechos históricos tiene sus implicaciones. Un texto no se construye exclusivamente con referencialidades de un proceso vital traducido en lenguaje y correspondiente a una dualidad temporal y espacial determinada. Tales elementos contribuirían, en todo caso, a lo que podría llamarse los soportes textuales de una obra escrita.
            Tampoco un texto es ficción3  porque contenga elementos relacionados con mundos alternos que sólo han existido en las construcciones lingüísticas que lo sostienen y que gracias a las interrelaciones entre el narrador y el lector pueda adquirir significados. Estas interrelaciones se fundamentan en soportes contextuales más complejos.
            Tocar los dos extremos para aludir a la relación compleja de dos ámbitos interdependientes4  sugiere, de antemano, la imposibilidad de delimitar con exactitud hasta qué punto un texto es historia o es ficción. Por lo tanto,  resulta adecuado fijar posición al respecto.
            Un texto es histórico no porque narre hechos que sucedieron sino porque expresa, en su superficialidad o en su profundidad estructural elementos vitales, espaciales, temporales y de cosmovisión de una cultura a través de los cuales queda inscrito en un proceso lingüístico.
            Tal propuesta incluiría como texto histórico a casi todas las creaciones  de escritura, no obstante, habría que pensar entonces en los textos de ficción5. Qué los caracteriza y diferencia de los anteriores. Para establecer algunas puntualizaciones al  respecto es necesario recurrir a otra evidencia.
·      A propósito del lector.
            Los lectores no podrían, de antemano, dividirse en lectores de historia y lectores de ficción. Aunque la lectura es un ejercicio de elección el texto es para el lector inelegible para ubicarlo en una instancia histórica o ficcional. Los elementos que confluyen en la actividad lectora  apunta hacia el juego de significado y hacia la posibilidad significativa de estos, la lectura es una actividad   expansiva según esta última propuesta, porque ante cada frase se abren múltiples posibilidades de interpretación, aun en textos denotativos; el ludismo por su parte implica un constante intercambio semántico que contribuye al enriquecimiento del mensaje y le otorga una multidimensionalidad significativa. Aunque el lector supone que ha elegido un texto histórico, termina perdiéndose en los laberintos de las palabras, aunque haya pretendido escoger un texto de ficción las palabras empiezan a darle muchísimos rastros para encontrar el camino perdido y le aporta modos de ver y sentir el mundo.
            Los textos no están superpuestos, están compenetrados y se deben entre sí interdependencia. Fuera de la historia y de la ficción no hay salvación. La historia y la ficción son esencia vital expresada en lenguaje. 
            Los lectores están superpuestos, la historia y la ficción lo salvan de la fugacidad. El lector con su oficio transita por la perennidad a través de las palabras que al ser revividas con cada lectura al mismo tiempo lo llenan de vida. El mundo ficticio del texto se cruza con el mundo real del lector en este intercambio de vitalidades.


IV.  EL FALSO CUADERNO DEL ARBITRISTA

·      HISTORIA Y FICCION. Astro verbal de dos caras.

Elegí la ficción porque creo que en un escritor
lo importante es su poder imaginativo. La fuerza de la
imaginación es tan poderosa que puede acondicionar hechos reales.
JUAN RULFO

            Vida, ficción e historia constituyen un triángulo de luces y velos entrecruzados.
            Tres caminos traspasan el triángulo formando una estrella de seis puntas expresadas en el texto: la imaginación, la realidad y la verdad.
            El oficio de un escritor es dual, develar y velar. Cuando hay evidencias indetermina, cuando hay laberintos arroja luz sobre sus paredes pero no muestra la salida.
            La estrella textual pareciera tener dos caras, la de la subjetividad y la de la objetividad,  esta última intenta predominar en los escritos que pretenden representar, ser fieles a la figuración, la subjetividad por su parte intenta confundir y busca la reflexividad, la respuesta que la salve.
            Hay quienes creen que la historia pertenece a una de las caras de la estrella, a la de la objetividad y le confieren a la ficción el envés. Historia y ficción son reverso y anverso de un mismo ámbito, el del lenguaje. Allí son indisolubles objeto y sujeto. El lector es objeto y sujeto de su propia creación, la lectura. El texto es ante todo sujeto que espera ser convertido.
            El lector confronta y traduce ámbitos, dilucida e identifica. Piensa que la función de significancia o de representancia puede  salvar abismos entre la función poética y la referencial, entre la intencionalidad discursiva y la competencia semántica.
            Antes del advenimiento de la modernidad se concebía a la historia como una propuesta expresiva para referir y la literatura una postura estética que se refería. En la modernidad, historia y ficción son campos indistintos del arte, campos minados donde el lector al denotar detona multiplicidad de trampas semánticas que apuntan hacia un contexto, traduciéndose en polisemia que traduce y distorsiona a la vez.
            La escritura se hace de un tiempo y un espacio que no está en ella sino en el lector, el terreno del escritor es la palabra rescatada, el del lector la palabra renovada, cada lectura es una renovación de la metáfora. El tiempo y el espacio de la escritura es virtual, no se corresponden con el tiempo y el espacio físico de dimensiones y/o medidas, es una temporalidad y espacialidad alterna, dimensiones otras que toman sentido con la lectura6 .

·      INQUISICIONES SOBRE FICCIÓN E HISTORIA.

            ¿La literatura refleja a la historia, la literatura no representa a lo real?
            La realidad se sabe cercada por el lenguaje y lo engaña, la historia esta más allá de la realidad y sabiéndose infinita busca sus límites en las palabras. Si la literatura representara a lo real uno de los dos habría dejado de existir, si no lo representara ninguno existiría6 .
            ¿Y qué es la ficción?
            Es un espejo, es un espejo donde lo corpóreo se trueca en aire, lo etéreo en piedra, lo finito en eterno. Es un espejo que transforma y transgrede.
            Entonces, lo poético... 
            ¿qué es lo poético?
            Es un diálogo entre lo real y lo ficticio, lo histórico y lo verdadero6 .
            ¿y la poesía?
            La poesía es un diálogo inconcluso con la vida y la vida le debe su aire a las palabras de donde viene desde el inicio de los tiempos.
            Pero y ¿qué es Literatura?
            Decir literatura es decir viaje, viajar es leer el mundo, leer es viajar a través de las palabras, escribir es hacer y deshacer mundos viajeros. La literatura presenta espejos de palabras, no es realidad ni pretende serlo, es apenas un espejo donde fija sus rostros la historia y la ficción, es decir, la semblanza del espíritu.
            ¿Pero todo esto bien podría ser verdad o no, cómo convencernos que lo que se ha dicho es verdad?’
            La legislación del lenguaje entrega las primeras leyes de la verdad (...) El mentiroso requiere de las designaciones válidas de las palabras para hacer aparecer como real  a lo irreal.
               ¿Qué es verdad? Un ejercito inmóvil de metáforas, metonimias, antropomorfismo, en breve una suma de relaciones humanas que fueron poética y retóricamente intensificadas, traducidas y adornadas y que, luego de un largo uso, a un pueblo le parecen sólidas, canónicas y obligantes: las verdades son convenciones de las que uno se ha olvidado que son tales, metáforas que se han desgastado y se han vuelto sensorialmente débiles, monedas que han perdido su sello y que ahora ya no son tomadas en consideración como monedas, sino sólo como metal.” NIETZSCHE9


NOTAS                       
                       




1 Para una mejor comprensión de los enunciados véase el artículo de Paul Ricoeur Mundo del texto y mundo del lector para completar las consideraciones a propósito del lector, el narrador, los pactos de lectura entre ambos, los viajes emprendidos por el lector. Particularmente es atractiva la noción de lector virtual y de lector real, la de narrador digno de confianza y la del  no digno, de la persuasión y el distanciamiento,  de la lectura inocente y la distanciada, de las alteraciones  que desorientan al lector pero que lo liberan, la lectura que promueve la interpretación y  la noción de indeterminación, de los viajes del lector y de los acercamientos sucesivos y expansivos que hace como viajero.

2 Representancia  es la función que Paul Ricoeur (1994) le confiere a la historia intentando dar luces para el entendimiento discursivo de historia y  ficción.

3 El peso en el caso de la ficción recae, según Ricoeur en la significancia.

4 Francoise Perus  (1994) aludiendo a los límites entre La literatura y la historia se inclina por la noción de interdisciplinariedad y descarta la pluri y la transdiciplinanierad. Ficción e historia sin sostener que una depende a la literatura y otra a la historia forman parte de la interdisciplinariedad aludida por Perus.

5 En el caso de la historiografía, la ficción se encuentra al final en el producto de la manipulación y del análisis expresa Michel de Certeau, (1994) habría que agregar que en el caso de la ficción, la historiografía se encuentra en la producción de manipulaciones y de análisis tanto del lector como del narrador.

6 Mario Lancelotti hace algunas aproximaciones en torno al tiempo y sus connotaciones en el campo literario, en tal sentido sostiene:
               Whitehead postula que pasado, presente y futuro se implican y que, por lo tanto, cada segmento del tiempo nos muestra, a la vez una recapitulación y una prefiguración de la realidad. En un “proceso” semejante al flujo misterioso de la vida cobra una marcha circular y reversible, comparable al eterno retorno. Una idea parecida podríamos extraer de los planteos fenomenológicos de Husserl en su revisión del pensamiento de Brentano. De un modo o de otro la idea de una temporalidad discontinua, recurrente y previsible confirma las más osadas aventuras de la fantasía y certifica, a un tiempo, la validez de la intuición poética y el indisoluble lazo que une poesía y filosofía. Pacheco y Barrera (1993), disertaciones que dan soportes a estas aproximaciones y de algún modo pueden constituir un punto de discusión y reflexión  más profundo aun.
7 Partiendo de la pareja de contrarios realidad e irrealidad (que como todos los contrarios, dialécticamente resultan ser conceptos complementarios: la existencia de uno presupone la existencia del otro y de ello deriva su sentido), propondremos un esquema de caracterizaciones sobre  realidad y fantasía (o de lo fantástico, como insiste en decir Cortázar), donde buscaremos la ubicación a la gama de posibilidades que incluye categorías que van de la realidad objetiva hasta lo trasreal.
Las dimensiones de la realidad nos llevarán a los planos de la fantasía (al fin ay al cabo de una forma de realidad) si partimos de la división  objetiva del acontecer, la realidad imaginada de la fantasía  y la realidad intuida o revelada del sueño y de la magia. Sostiene Gustavo Luis Carrera en su ensayo titulado “Aproximación a supuestos teóricos para un concepto del cuento” En Del cuento y sus alrededores, Pacheco y Barrera (1993)  

7Poesía es el diálogo del hombre con su tiempo, sostenía Antonio Machado, ver en tal sentido a Andrés Fidalgo (19??) en su libro titulado Elementos de Poética

[1]9 Sin referencia exacta, cita extraída del material fotocopiado Acerca de la verdad y la mentira en sentido extramoral publicado en la revista Filosofía de la Universidad Simón Bolívar  traducido del alemán por José Jara.

sábado, 18 de abril de 2015

INTERDEPENDENCIA Y LOGROS EFICACES

INTERDEPENDENCIA, Y LOGROS EFICACES

José Barroeta y María Mejía

PALABRAS PREVIAS

La pereza anda lento
y pronto la alcanzará la pobreza


          En ocasiones nos angustiábamos por la imagen que proyectamos hacia otros e intentábamos complacerlos, sin saber que tal modo de proceder nos afecta, a nosotros pues debilita nuestro carácter.
          Hace dos mil años un filósofo romano en un libro maravilloso que lleva por nombre De la brevedad de la vida sostenía que éramos dadivosos a la hora de "regalar" nuestro tiempo y lo desperdiciábamos a manos llenas y allí se nos iba la vida, complaciendo a otros, viviendo la vida de otros y preocupándonos por quedar bien con los demás antes que con nosotros mismos; agregando que siempre vivíamos en compañía no por compartir, sino porque no podíamos estar con nosotros mismos.
          El espejo interior donde nos podemos mirar, ese que refleja nuestra alma, es un gran aliado a la hora de emprender las tareas que nos conducirán al éxito. Cierto escritor decía que; "hubo un hombre al que se le cayeron los ojos, pero tuvo la suerte de agarrarlos y ponérselos con tan mala suerte que se los puso hacia al revés y se vio por dentro y se murió." Esta anécdota resume lo mucho que tememos conocernos a nosotros mismos. Nuestro carácter y nuestros valores expresan algo más de lo que dicen nuestras palabras y nuestras acciones, pero por encima de cualquier cosa, la interpretación de las vivencias es la que nos hace únicos.
          Los paradigmas representan la forma cómo vemos al mundo, aun cuando seamos —por ejemplo— gemelas, nunca las experiencias serán las mismas, ni nuestras acciones. Entre ambas hay particularidades provenientes de paradigmas aprendidos que nos igualan pero hay del mismo modo otros que nos distancian, diferenciándonos esencialmente.
          Mi gemela y yo, podemos tener hábitos distintos, pues podemos elegir que principios podemos internalizar e integrar a la vida. De esa decisión vital podemos hacer confluir en un hábito qué conocimientos desarrollaremos, cómo nuestra habilidades haremos y por qué haremos una actividad determinada y la actitud que asumiremos frente a tal movimiento. Trataré de abordar la interdependencia de los siete hábitos de la eficacia que comparte con nosotros Stephen Covey destacando aquellos puntos que me han llamado la atención.
CAMBIOS EN NUESTROS MAPAS
Busca tu propio corazón con diligencia
Pues de él fluyen las fuentes de la vida


          Podemos cambiar ciertas técnicas de tratar a los demás, y puede que estos cambios incidan favorable y circunstancialmente en la consecución de nuestros propósitos inmediatos, pero los cambios sustanciales se efectúan en el nivel de nuestros principios, es decir, a partir de modificaciones efectivas en nuestro carácter.
          Cualquier curso que hagamos, cualquier maquillaje que le pongamos a nuestra vida, será lavado por la corriente de lo cotidiano, para transformarnos debemos conocernos y esto implica algo más que remozamientos y cirugías en la personalidad.
          Claro está que la combinación de los cambios positivos de la personalidad con la de las transformaciones del carácter propicia un bienestar general muy estimado. Los cambios de la personalidad nos permite aceptación ante otros; los de carácter aceptación ante nosotros mismos y ante los demás.
          Sin embargo, cualquier cambio significativo, nace en nuestro interior y es el resultado de decisiones voluntarias y no de imposiciones externas.
          El desarrollo de la personalidad, las habilidades para la comunicación, las estrategias de influencia y el pensamiento positivo constituyen rasgos secundarios que estructuran lo que Stephen Covey (1998, 30) denomina la ética de la personalidad y se necesita algo más que técnica para aprovecharlos debidamente, tenemos que ser sinceros.
"Solamente una bondad básica puede dar vida a la técnica (...)Uno hace el esfuerzo y el proceso sigue. Siempre se cosecha lo que se siembra (...) el principio es igualmente válido para la conducta y las relaciones humanas (...) si no hay una integridad profunda y una fuerza del carácter, los desafíos de la vida sacan a la superficie los verdaderos motivos, y el fracaso de las relaciones humanas reemplaza al éxito a corto plazo" (Covey, 1998; 31)

          Por lo tanto, es necesario, para resultados duraderos y estables, modificar los paradigmas o el modo como comprendemos al mundo ya que "tratar de cambiar nuestras actitudes y conductas es prácticamente inútil a largo plazo si no examinamos los paradigmas básicos de los que surgen esas actitudes y conductas" (Covey, 1988; 38)
          Los paradigmas constituyen las fuentes de nuestras actitudes y conductas y el conocimiento y dominio que tengamos de ellos puede favorecer nuestros logros. "Creamos nuestro nuevo paradigma cuando invertimos en el crecimiento y desarrollo de nuestro propio carácter". (Covey, 1988; 42)


HÁBITOS Y ALGO MÁS...
Primero formamos nuestros hábitos
Después nuestros hábitos nos forman.
John Dryden

          Una cuerda de varios hilos es más difícil de romper que aquella que tiene uno: "Los hábitos son como hebras. Si día tras día las trenzamos en una cuerda, pronto resultará irrompible" decía Horace Mann citado por Covey (1998; 58)
          Pero lo habitual no siempre es positivo y en ocasiones se necesitan desterrar hábitos que nos afectan, por estar profundamente enraizados "se necesita algo más que fuerza de voluntad y algunos cambios menores en nuestras vidas" (Covey, 1998; 59)
          Los hábitos resultan del cruce entre lo que conocemos, lo que somos capaces de hacer y lo que deseamos, es decir en la encrucijada de nuestros mapas teóricos, nuestras capacidades y nuestras motivaciones se encuentran fijados nuestros hábitos.
          Para cambiar un hábito debemos progresivamente hacer ajustes en nuestra manera de ser y ver, quienes se afectan mutuamente, trabajando sobre estos tres puntos del conocimiento, la capacidad y el deseo podemos acceder a nuevas dimensiones personales e interpersonales de efectividad.
          Para efectuar cambios reales y positivos en nuestros hábitos tenemos que madurar y transitar desde la dependencia hacia la independencia y hasta la interdependencia.
"La independencia nos da fuerza para actuar (...) El pensamiento independiente por sí solo no se adecua a la realidad interdependiente. (...)La vida por naturaleza, es interdependiente. (...) Si soy intelectualmente interdependiente, comprendo que necesito mis propios pensamientos con los mejores pensamientos de otras personas. Como persona interdependiente, tengo la  oportunidad de compartirme profunda y significativamente con otros (...) La interdependencia es una elección que sólo está al alcance de las personas independientes. (Covey, 1998; 63)

          Necesitamos abordar la fuerza de la independencia para liberarnos y obtener una vida efectiva, pues de esa manera podemos acceder a una vida más efectiva, pensando y actuando con madurez, obteniendo éxito en todos los ámbitos de mi vida, dando y obteniendo las mejores opciones.
          Los tres primeros hábitos son de carácter y me otorgan la posibilidad de moverme de la dependencia a la independencia; los otros tres son de la personalidad y constituyen la expresión de este carácter forjado por los tres primeros.
          La efectividad de los hábitos (de proactividad, fines y prioridades; ganancia, sinergia y comprensión) reside en el equilibrio entre la producción de los resultados deseados y la capacidad de producción o la aptitud que tenemos.
          Hay tres tipos de bienes: físicos, , económicos y humanos. Mantenerlos en equilibrio genera eficacia. En tal sentido reflexionemos en torno a que:
Hay organizaciones que hablan mucho sobre los clientes y descuidan por completo a las personas que tratan con ellos: los empleados. El principio Capacidad de Producción dice que siempre hay que tratar a los empleados exactamente como queremos que ellos traten a nuestros mejores clientes. (Covey, 1998; 71)

          Pensemos por un momento en el Ministerio de Educación y sus desplantes continuos y viceversa en los maestros y profesores y sus desplantes. Los perjudicados: los clientes o lo que es lo mismo, los niños y sus padres. Deberíamos reflexionar a diario sobre este tópico para resaltar nuestra misión organizacional y equilibrar así nuestras vidas. Nadie puede convencer a otro que cambie: primero que nada trataré de cambiar en mi trato conmigo misma y con los otros.


SIETE PRINCIPIOS DE EFECTIVIDAD
          Uniré a mi experiencia cada uno de los principios de la gente altamente efectiva, en este sentido una revisión corta pero significativa, le da forma al presente apartado.
1. Ser Proactivos:
          Una frase bíblica dice que se le ve la pajilla en el ojo del prójimo pero se ignora la vara que cargamos en el nuestro, de igual manera procede Covey al señalar que siendo dueños de nuestro proceder debemos evitar criticar el ajeno; tener autoconciencia para vernos a nosotros mismos y conocer nuestros pensamientos eleva la efectividad. Evitemos el condicionamiento genético, psíquico o ambiental y tomemos el control de nuestras vidas, no todo viene en el ADN, ni es el resultado directo de nuestra crianza, ni surge del entorno, podemos controlar los resultados controlándonos primero y para tal efecto tenemos que ser proactivos. Tenemos la suficiente libertad para elegir lo que queremos y tal acierto nos hará libres. Ser proactivos es algo más que tomar la iniciativa, es además ser responsables de nuestras vidas, nuestra conducta es una función de nuestras decisiones y no de nuestras condiciones, por lo tanto decidamos en alrededor de lo que vivimos y viviremos en torno a lo que decidimos.        Ser reactivo es dejarse afectar por el ambiente, ser proactivo es llevar nuestro propio ambiente dentro de nosotros, en ese sentido, los impulsos deben estar por debajo de los valores. El reactivo deja que otros controlen su vida; el proactivo construye su vida sobre la base de sus propias decisiones guiado por valores. Eleanor Roosevelt citada por Covey (1998, 87) sostuvo que: "Nadie puede herirte sin tu consentimiento" es decir, nosotros dejamos que nos sucedan cosas, permitimos que nos pasen ciertas cosas, al elegir qué sentiremos nuestra mejora será sustancial pues "los que nos hiere no es lo que os sucede sino nuestra respuesta a lo que nos sucede" (Covey, 1998; 88) ya que de los tres valores fundamentales que menciona Víctor Frankl mencionado por Covey (1998, 89), el actitudinal es más importante que el de la experiencia y el de la creatividad pues este valor actitudinal expresa nuestra respuesta a las circunstancias que vivimos.
          Siempre expreso mi aspiración sobre la realidad de concretar un deseo, el de servir al prójimo a través de mi profesión y tengo la certeza que lo lograré, estos estudios de postgrado forman parte de esta convicción y las palabras de Covey lo confirman cuando dice que:
 ....las personas que llegan a ocupar los buenos puestos son las proactivas, aquellas que son soluciones para los problemas, y no problemas para ellas mismas, que toman la iniciativa de hacer siempre lo que resulte necesario, congruente con principios correctos y finalmente realizan la tarea." (1998, 90)
          En tal sentido mi profesión docente es una vía para consolidar mis logros pues estos se manifiestan positivamente en torno a mis elecciones de vida, estoy segura que desde mi desempeño  profesional  las modificaciones que haga de mis paradigmas —tornándolos para modelar un éxito— fundado en principios y valores permanentes y asertivos, positivos y constructivos, sé que además esto redunda en mis semejantes, convirtiéndose en un reflejo de mi actitud ante la vida, en este sentido quisiera culminar mi reflexión citando a Covey (1998, 93) cuando dice que:
Las empresas, los grupos comunitarios, las organizaciones de todo tipo (incluso las familias) pueden ser proactivos. Pueden combinar la creatividad y los recursos de los individuos proactivos para crear una cultura proactiva dentro de la organización. La organización no tiene por qué estar a merced del ambiente: puede tomar la iniciativa de llevar  a la práctica los valores compartidos para alcanzar los propósitos compartidos de todos los individuos implicados.

          Uno de los logros de la expresión verbal o escritural proactiva es que se corre el riesgo de convertir en realidad nuestra programación mental, pues se convierte en un refuerzo al paradigma que hemos elegido y se convierte en un motor que mueve nuestras creencias, por lo tanto, nuestra proactividad debe ser parte esencial de nuestro círculo de influencia el cual se amplia positivamente, confinando a un oscuro rincón a nuestro círculo de preocupación.
          La proactividad nos cambia de adentro hacia fuera, me hace distinta por los cambios positivos que introduzco en la vida, me convierte en una profesional activa, dinámica, diligente, cooperativa, creativa y en un ser humano cuya calidad aumenta cada día. Aprendo de mis aciertos y de mis errores, me comprometo a ser cada día mejor;  a ser próspera e íntegra con los principios de armonía y riqueza espiritual, mental y corporal.
2. Una brújula para el viaje.
          La mente del ser humano es una caja de pandora, entre sus intersticios se tejen milagros, aun la microneurología desconoce todas las posibilidades que la mente puede generar, pensar en una posibilidad es ya darle un chance para realizarla. Aunque para ello no debe desestimarse al entorno, pues claro está que hace falta algo más que pensamiento para llevar a cabo un plan y es la motivación, que descomponiéndola nos da la alternativa: motivo + acción. La coherencia para hacer coincidir  lo que se piensa con lo que se dice en un ingrediente que debe ser tomado en cuenta.
          Iniciar cualquier actividad teniendo de antemano una ruta a seguir nos posibilita y facilita la concreción de una labor determinada, sea doméstica o profesional, pues de alguna manera podemos ejecutar con mayor claridad aquello que queremos realizar. La ejecución de cualquier melodía por parte de un músico clásico integrente de una banda, necesita de una partitura, esta es el reflejo de lo que un compositor se esmero en hacer coincidir luego o con una bella melodía. Un arquitecto primero piensa en un plano y luego lo ejecuta y lo concreta, nosotros como seres humanos somos constructores de nuestro destino. Pero tal construcción debe subordinarse a principios universales, así como aquel se rige por normas de construcción, nosotros nos regimos por normas de pensamiento para tener éxito en la vida.
          Actuar con un fin en la mente requiere de sólidos principios de éxito, entendiendo a este como parte de toda una organización, de un orden preliminar que da pie a que podamos mejorar nuestros logros de manera progresiva, es decir, que reaprendamos y transformemos nuestro pontencial. Con imaginación y conciencia moral podemos alcanzar estas metas, imaginando mundos podemos luego representarlos o hacerlos coincidir
En nuestro interior tenemos una riqueza invalorable que facilita el éxito. Con equilibrio podemos mejorar nuestro destino pues podemos comenzar con una clara comprensión de nuestro destino. Nunca estaremos "ocupados haciendo nada" si realmente proyectamos en nuestras acciones lo que hemos resuelto previamente realizar para nuestro provecho. En este sentido debemos descartar lo que no nos importa y aprovechar el aliento de vida para ejecutar todos los sueños que lograremos. Guiarnos con principios de seguridad, de sabiduría, de guía y de poder nos da equilibrio aunque existen centros que nos descontrolan como la desviación hacia otros supuestos centros como lo son: la familia, el cónyuge, el dinero, el trabajo, las posesiones, el placer, los amigos o enemigos, en la iglesia o en uno mismo, que nos evitan que nos centremos en realidad, en lo que será de nuestro provecho; si acudimos a los cuatro principios  nos encontramos en el centro de equilibrio.  Uno elige proactivamente lo que determina como mejor alternativa, siendo ductoras de nuestras realizaciones la conciencia y la inteligencia al momento de tomar decisiones. Cuando estamos centradas en principios vemos las cosas de diferente modo y las resolvemos de manera distinta.
Sabiendo para qué soy buena, cuál es la misión que tengo, cómo la puedo alcanzar a partir de una revisión y una modificación de mi conducta puedo mejorar mis logros. Usando todas las posibilidades de mi cerebro puedo estallar en logros.
3. Lo urgente versus lo no urgente.
Cuántas veces no me sucede que estoy sumamente ajetreada y ocupada y el saldo de efectividad al final del día es negativo, pues bien tal manera de proceder erróneamente se sustenta en una falacia que nos ciega y es la de pensar que porque tengamos mucho movimiento o estemos muy cansadas al final de las tareas, estas necesariamente deben dejarnos algún provecho, pero es triste saber que no es así, que el movimiento desordenado no tiene por qué dejarnos saldos efectivos. Al contrario, por muy breve que sea la dedicación si esta es atenta e intensa podemos aprovechar divinamente los momentos de la vida, y cuando expreso atento e intenso traduzco que si me organizo y actúo conforme a prioridades puedo resolver muchísimas cosas de manera efectiva.
Más allá de listas de tareas, de agendas, de establecer prioridades para hacer rendir el tiempo, debemos administrarnos a nosotros mismos y que el tiempo se rienda ante nuestras actividades y no que nos rindamos ante el tiempo, distinguiendo en tal sentido, lo urgente de lo no urgente; lo importante de lo no importante y sus combinaciones y luego atendamos debidamente aquello que es urgente e importante subordinar lo que no es urgente ni importante;  lo que ni es importante ni urgente; y lo que es urgente pero no importante. En ocasiones nos dejamos llevar por la corriente de la improvisación y somos esclavos de nimiedades que ni siquiera trascienden a un día, en nuestro ambiente educativo nos sucede en ocasiones, clarificar valores, establecer metas, establecer prioridades puede aligerar la carga pero no es la solución.
Una solución efectiva se sustenta en organizar nuestra vida desde un centro de principios estables, sustentados en nuestra misión, con equilibrio y buscando producir y tener capacidad para producir constantemente, para tal efecto tenemos que ser coherentes, equilibrados, prevenidos o cautos con una agenda que sea flexible, humana y que pueda llevarse a cualquier lugar.
En torno a nuestros roles debemos autoadministrar lo importante y urgente, por ejemplo: yo tengo el rol de hija, de hermana, de profesora, de novia, de amiga, de estudiante de postgrado, de vecina, de deportista y atendiendo a ellos programo temporalmente lo que aspiro cumplir en cada caso y lo adapto a mi desempeño diario, pero más allá de cualquier cálculo, procuro vivirlo.


4. Ganando amigos
Yo quiero tener un millón de amigos
y así más fuerte poder cantar.
Roberto Carlos

          Para pelear hacen falta dos personas, para ganar no hace falta que ni dos ni un millón de personas estén peleando, debemos revisar nuestro interior y ver por qué creemos que debemos perder o ganar. Seamos honestos a nadie le gusta ser un perdedor, todos queremos tener triunfos, pero que éxito es aquel que se construye con las cabezas cortadas de nuestros semejantes, yo lo vería como un rotundo fracaso tener que sacrificar al prójimo para alcanzar nuestros requerimientos. Rodeándonos de confianza podemos madurar y ver la vida desde otra óptica, la de la ganancia total, que es aquella que ocurre cuando nadie pierde y cuando vemos a la vida no como una competencia sino como una hermandad sostenida, la excelencia se construye con armonía y sinceridad, a través de la interdependencia que se sustenta en la solidaridad y en los depósitos afectivos que les damos a nuestros semejantes. Sembrando confianza y sembrando un  unión entre los seres humanos. Interactuando desde la ganancia o desde la perdida y combinarlas entre sí no tiene sentido, como seres humanos Para crear interdependencia y evitar revanchas debemos optar por la ganancia mutua en cualquier negociación que hagamos nos da la oportunidad de ser maduras y tener libertad emocional. Mi carácter, mis relaciones, y mis acuerdos se fortalecen cuando actúo con confianza y bondad.
          Mi carácter se vuelve íntegro, maduro, próspero cuando actúo desde la ganancia. Mis relaciones cuando están signadas por la confianza generan prosperidad. Los acuerdos desde la ganancia, son el mejor aval para obtener buenos resultados.
Económica, psíquica, oportuna y responsablemente mis acuerdos son más eficaces desde la óptica del ganar/ganar. Concluyamos, al igual que mi gemela, diciendo que:
La filosofía ganar/ganar no es una técnica de personalidad. Es un paradigma de la interacción total. Proviene de un carácter íntegro y maduro, y de la mentalidad de abundancia. Surge de relaciones en la que existe una alta confianza. Se materializa en acuerdos que clarifican y administran efectivamente tanto las expectativas como el éxito. (Covey, 1998; 265)

5. Te oigo, me oyes...¿te oigo? ¿me oyes?...¡te oigo! ¡me oyes!
Prefiero los caminos a las fronteras
Prefiero querer a poder
Palpar a pisar
Ganar a perder
Besar a reñir
Bailar a desfilar
Y Disfrutar a medir
Joan Manuel Serrat.

          La muchacha escribe: "si encuentro a alguien que me sonría antes de llegar al viaducto, no me lanzo. La nota la encontraron cuando estaban recogiendo la ropa para el funeral". Cuántas veces dejamos de ver al prójimo, que es una forma de escucharlo con los ojos, de regalarle una sonrisa que es una manera de hablarle desde el silencio, de tocar a quien queremos que es una manera de conversar a través de la piel. Encerrados en nuestros mundo, todas las puertas de nuestro corazón tienen doble llave, aunque suene poético resulta triste ese andar cruzados de brazos todo el tiempo, el ceño fruncido y   antes de abrir la boca, pensar antes da hablar, comprender siempre y evitar erigirnos como jueces, saber hablar o callar oportunamente, en síntesis: comunicarnos efectivamente, antes de dar un discurso oigamos a la multitud y ella misma nos dará las respuestas que desean oír, a menudo elaboramos teorías que caen como bloques en las cabecitas de los niños a los cuales les damos clases pero raras veces oímos sus conversaciones y conocemos sus necesidades. En el ambiente educativo tal postura de escucha debería predominar entre docentes y administradores, para de esa manera comprender al que habla y ayudarlo en sus deficiencias, empatizar para construir una comunicación efectiva. Oír con el corazón los parlamentos del prójimo y de este modo haremos depósitos extraordinarios. Citaré a Covey (1998, 276) cuando dice que:
Un buen docente evalúa a la clase antes de empezar a enseñar. Un buen alumno procura comprender antes de juzgar. La clave del juicio correcto es la comprensión. Si uno empieza a juzgar, nunca podrá comprender.
Procurar primero comprender es un principio correcto y evidente en todas las áreas de la vida.


          Procurar comprender requiere paciencia, ser comprendido necesita valor, siendo un ser humano de palabra, teniendo sentimientos buenos y razonando debidamente puedo darme a comprender. Cuanto más comprendo a alguien más lo quiero y para lograrlo sé que debo tener paciente y proactivo, cuando comprendo a alguien mejoran mis relaciones.

LA TESIS: SIETE PECADOS Y SIETE VIRTUDES

la tesis: Tejidos y enredos De los siete pecados  y las siete virtudes en torno a las tesis José Luis Barroeta Barazarte....