jueves, 11 de julio de 2013

POESÍA Y REBELIÓN



POESÍA Y REBELIÓN

El chino Valera Mora


ESCISIONES

·      Primera disidencia.

            La cosmovisión del hombre del siglo veinte tiene dos momentos: antes y después de 1945. De modo dramático el mundo entero se fracciona en antes y después de Hiroshima. En segundos, millones de seres humanos desaparecen por la torpeza del ser humano. La ciencia estuvo, en ese momento de oscuridad, al servicio de la maldad. Nunca antes el hombre estuvo tan desnudo, tan desamparado ante la tecnología como en ese momento. La agresión entre las partes cesó de modo abrupto y radical, pero dejó sus secuelas: un mundo dividido entre dos poderes: Occidente para el Capitalismo estadounidense y europeo; Oriente para la hoy extinta Unión Soviética,  o lo que es lo mismo, a los pies del comunismo.
            En esa encrucijada, en Venezuela, también se quiebra un proceso: la transición paulatina y pacifica del país[1]. Representada por una junta cívico-militar conformada por políticos de la generación del 28 y por jóvenes oficiales descontentos, ambos  ambiciosos y ávidos de poder, deseosos de mando y confort que depusieron al General Isaias Medina Angarita.[2]
            Esa ruptura institucional no valoró enteramente los beneficios otorgados en escasos tres años por la controversial figura de Medina Angarita[3], entre otras cosas, cabe mencionar: promulga la Ley de Hidrocarburos, el anteproyecto de la Ley de Reforma Agraria, la libertad de prensa, la legalización de los partidos políticos y los sindicatos fueron algunos de los beneficios obtenidos.
            Dos personas destacarán sobre el grupo, una civil: la de Rómulo Bentacourt y la otra militar: la de Marcos Pérez Jiménez. Ambos serán protagonistas y aliados momentáneamente. La  falta de proyecto, de plan de acción y de brújula  política de Bentacourt y su partido (representada por Gallegos) pondrá a Pérez Jiménez, por extremo requerimiento de  las circunstancias y de intereses foráneos, en el poder durante diez años.(de 1948[4] hasta 1958) A Bentancourt[5] lo impulsarán luego estos mismos intereses transnacionales inmediatamente después de deponer a Pérez Jiménez. Ambos son los padres de la corrupción y la arbitrariedad, el primero además de desmanes dio a los venezolanos inmensas obras materiales; el segundo, dio al país un hilo constitucional y democrático que no se ha roto desde entonces y una “libertad” sospechosa, para hacer y decidir. Pérez Jiménez desayunó, Bentacourt almorzó y el pueblo venezolano  pagó  los gastos.
            Enfrentamientos que han provocado negaciones, un suceso niega y culpa al anterior, ese ha sido el vaivén del ámbito político venezolano del siglo veinte. Gómez niega a Castro; López Contreras abjura del gomecismo; Medina se distancia de López Contreras; Pérez Jiménez anula a Medina; Bentancourt a Pérez Jiménez y así sucesivamente. El pasado, para los venezolanos, es un lugar para encontrar las causas de las deficiencias del presente, no es humus fértil, ni suelo estable, sino oscuridad permanente. Al pasado hay que negarlo y ocultarlo, pareciera decir el dictamen del gobierno de turno.
            De igual modo ha ocurrido entre los grupos opuestos: el de la izquierda y el de la derecha;  el del gobierno y el de la oposición; el del comunismo y el capitalismo. No se aprecia lo bueno del contrario, se destacan sus deficiencias, se ignora y agrede en última instancia.
            Particularmente hay que destacar dos de estos enfrentamientos: el del comunismo vs. capitalismo y el de gobierno vs. oposición.
            Un momento de poder tuvo la izquierda comunista venezolana[6]: el gobierno de Isaias Medina Angarita. Desde entonces su participación ha sido, disminuida, relegada, destruida y disfrazada.
            La “otra izquierda” la socialista, ha mantenido el poder desde 1958 y apenas en parpadeos lo ha perdido ante los derechistas demócratas cristianos. Actualmente los muñones del comunismo conservan mínimas cuotas de poder al lado de una alianza amorfa, vacilante y acomodaticia conformada por una tizana ideológica y blandengue llamada convergencia.
            El poder (adeco) tuvo en su momento, una oposición (comunista) durante la década de los sesenta. Confrontaciones verbales y físicas alteraron profundamente el clima político del país durante más de diez años, radicalizados unos y otros, consiguieron en la guerrilla urbana y en los trabajos de inteligencia policial, un punto de choque hecho de atentados y torturas.
·      Segunda disidencia.
            El mundo se transformó radicalmente, desde una perspectiva estética, durante los años sesenta. Fueron años convulsionados y de gran destape. Movimientos juveniles proponían ideas y acciones diversas y nada tradicionales. Musicalmente emergen los Beatles, socialmente Martin Luther King aboga por los derechos de los negros en USA, el movimiento Hippie y de liberación femenina promueven el amor libre y la igualdad. Latinoamérica no escapará de esos movimientos de cambios, en Centro América Cuba alza la bandera de la revolución, en Venezuela la ola se alza y quiere ahogar a las clases dominantes, la presión ejercida sobre la oposición minoritaria comunista gana adeptos entre los artistas. Escritores, pintores y escultores se suman a una lucha de guerrillas, el lema: flor y fusil, los núcleos generadores: las FALN, el PCV, el MIR representantes de la lucha política y armada; el Techo de la Ballena y Tabla Redonda[7] como parte de la revolución estética, pero luego de treinta años sólo quedan  exguerrilleros ministros (Pekoft) y transgresores estéticos-embajadores (Adriano González León). El poder absorbió a la oposición y/o esta se plegó a la discurso oficial.
            Esos tiempos turbulentos fueron el marco de las primeras publicaciones de Víctor Valera Mora (1935-1984) uno de los poetas más importantes de la poesía moderna venezolana, comunista y bohemio por convicción; amante y niño terrible por naturaleza.
            Valera Mora escribió sus primeros libros entre 1961  y 1971. El libro con el cual incursiona en el proceso literario venezolano fue Canción del soldado justo (editorial Luxor, Caracas, 1961) y quizás el libro más importante Amanecí de Bala  (Editorial Cabimas, Mérida, 1971). Aunque entre ambos haya diez años, contienen verdaderos testimonios sociales e históricos de su época.
            Entre 1951 y 1961 Valera Mora emprendió un viaje poético e ideológico que no detuvo hasta su muerte. Un intento de reconvertir el mundo que tenía ante sus ojos: escribiendo y actuando; sintiendo y luchando.[8]

POESIA Y REBELION

·      Notas del entorno.

            Al hojear un manual de Historia[9] que aborde el aspectos políticos, sociales, económicos y culturales del proceso histórico venezolano es evidente que los logros están resaltados con mayúsculas y en negritas, que la voz  de  la oficialidad enuncia con escándalos sus victorias, pero simultáneamente la otra voz, la de los vencidos es silenciada y ocultada.
            En la Educación Básica venezolana se confunde la enseñanza de la historia con un ejercicio didáctico y aleccionador, moralista y censor que se limita tan sólo a reseñar fechas y mostrar disfraces de los acontecimientos.  A elogiar héroes y a enumerar nombres y acciones inconexas. No hay lugar para la disidencia, no hay un sitio para llevar la contraria.
            La  polémica, el ejercicio crítico, la revisión e interpretación de los hechos; la interconexión de lugares, nombres y hombres es un ejercicio poco frecuente. Historia pareciera sinónimo de memorización de datos y repetición de lugares comunes.
·      Veinte años no es nada.
            Si se abre un paréntesis de estudio que abarque dos décadas (1961-1981) en la historia de un hombre (Víctor Valera Mora, 1935-1984), que por extensión whitmaniana es la historia de todos los hombres, sin intención de mitificar, más bien de crear controversia, pueden destacarse superficialmente los siguientes hechos:
¨    En el ámbito político:

Þ  Entre 1958 y 1981 Venezuela tuvo cinco presidentes constitucionales, el bipartidismo (AD-Copey) compartió el poder ininterrumpidamente.
Þ  Simultáneamente fueron debilitándose de manera paulatina las organizaciones políticas  que en la primera parte del siglo tuvieron cierto protagonismo (PCV, MIR, MEP y URD).
Þ  La corrupción fue en estos veinte años algo cotidiano, el peor insulto que alguien puede proferir al término de estas dos décadas es: usted es un político.
Þ  Si bien es cierto que se nacionalizó la industria petrolera, la deuda externa aumentó a tales niveles que resulta impagable.
Þ  La guerrilla dura escasamente cinco años, (1960-1965) sin objetivos precisos y sin apoyo social los ideólogos y guerrilleros izquierdistas quedan tan aislados que pronto se vuelven anacrónicos y desubicados.
¨    En el ámbito cultural:
Þ  Los transgresores estéticos son, en su mayoría, militantes radicales de izquierda. Grupos artísticos como Sardio, Techo de la Ballena y Tabla Redonda[10]  representan banderas de lucha enconada en contra de la oficialidad.
Þ  Violencia verbal y violencia política van de la mano. Lo urbano,  lo político y lo social unido o superpuesto en la obra artística.
Þ  De modo sucesivo los trangresores estéticos van plegándose al discurso oficial, la violación repetida se torna en rito previsto y sin riesgo.
Þ  Los artistas de los sesenta ocupan altos cargos en oficinas gubernamentales, embajadas, editoriales e instituciones culturales.
¨    Socialmente:
Þ  La clase baja sigue siendo clase desguarnecida y marginal.
Þ  Crecen los cordones de miseria en torno a las grandes ciudades.
Þ  Las universidades nacionales son una alternativa para ascender socialmente: un título universitario es sinónimo de mejora económica (ilusión de clase media)
Þ  Después de la Nacionalización de la industria petrolera, la clase media alta y la clase dirigencial  “inunda” a Miami.
En ese mismo lapso Víctor Valera Mora[11]:


¨    Políticamente:
Þ  Nunca renuncia a su ideas comunistas, aun cuando por ello pierda amistades, se vuelva anacrónico, obsesionado y problemático.
¨    Artísticamente:
Þ  Publica cuatro libros:
            Canción del soldado justo. (1961)
            Amanecí de Bala. (1971)
            Con un pie en el estribo. (1979)
            70 poemas Stalinistas. (1980)
            Este último es premiado por el CONAC, Amanecí de Bala había sido recogido y quemado por el gobierno.
Þ  Socialmente:
            Además de permanecer en una bohemia trashumante que se disgrega y poco a poco se hace decayente, ante la indiferencia del entorno termina autoagrediéndose.
            Buen bebedor y buen amante  , mujeres y licor son compañeros inseparables de su poesía.
            Son trazos arbitrarios y superficiales de Venezuela y de Valera Mora, no pretenden ser un tratado sociológico, ni aspiran convertirse en un estudio histórico distinto, es apenas un acercamiento al entorno.

·      Violencia y Poesía.
            En Venezuela violenta  (1968), Orlando Araujo realiza un análisis de la situación social, económica y política del país, por supuesto que el estudio aborda la situación cultural.
            Para aquellos que han fijado como fecha crucial a 1958, año de despertares  y de estallidos Araujo les responde con un profundo y reflexivo análisis del origen de la violencia y consecuentemente enmarca los acontecimientos de los años 50 y 60 como parte de todo un proceso histórico que se origina en la conquista hispana y que aun no se detiene.
            Certeramente Venezuela Violenta se revela como un libro que arroja luz sobre los procesos más recientes de colonización, indicando cómo el país se convierte en un país recipendiario para todo lo que USA y el capitalismo vierten sobre las sociedades hispanoamericanas. 
            Este estudio concluye con los contextos políticos de violencia sosteniendo que la violencia venezolana del siglo XX tiene dos vertientes de origen: una de ellas deriva de los conflictos coloniales no resueltos todavía; la otra se debe a los esquemas ideológicos insertados por los conflictos este-oeste de postguerra o lo que es lo mismo, la confrontación de frialdad entre los órdenes dominantes (Comunismo vs. Capitalismo)
            La postura poética y política de Valera Mora se sostiene  en este contexto y sus soportes habría que buscarlos en sus lecturas predilectas[12].

                De lejos venía su revolución, sabía a Lope de Aguirre, a Bolívar y a Zamora, en sus poemas se mezclan tiempos y se conjugan voces. Valera Mora es vidente de su tiempo, tiempo desarticulado que le toca vivir, que repudia e intenta recomponer en versos de utopía. En franca discordia con su entorno Valera Mora agrede y es agredido por el poder político.[13]
            Si hay que hacer un levantamiento teórico en torno a la vanguardia venezolana y la cuota aportada por los trujillanos, es necesario sostener que todos los escritores nacidos en el Estado Trujillo provienen de la periferia de la ciudad capital, es decir, además de ser representantes de la provincia en Caracas, también vienen del margen, de la orilla del Estado andino. Francisco Pérez Perdomo y Adriano González León de Boconó; Ramón Palomares de Escuque, José Barroeta de Pampanito y Víctor Valera Mora de Valera. Quizás en esos pequeños pueblos tienen mayor libertad y menos prejuicios, menos controles para castrar e impedir desarrollos creativos inesperados. Este grupo vanguardista trujillano tiene puntos en común, en la década del sesenta eran jóvenes cuyas edades oscilaban entre los 25 y 35 años, pertenecieron a grupos políticos de izquierda  y cada uno, según su estilo, voz y expresión rescata el imaginario andino mediante la incorporación de elementos lingüísticos locales: oralidad, variaciones dialectales, toponímias; elementos de ficción (los fantasmas pueblerinos y las consideraciones en torno a rituales mortuorios). Una zaga que se inserta en el discurso vanguardista para transformar lo regional en elemento universal.
·     Cuatro puntos Cardinales.
            Si se comenta un poema de cada libro publicado durante estos veinte años, sin duda que la selección se sustenta en intereses y gustos personales que  podrían perjudicar al poeta Víctor Valera Mora, corriendo el riesgo de parcelar o encasillar injustamente su producción poética.
            La muestra poética que conforma el núcleo del ensayo está compuesta por la selección que incluye:  de Canción del soldado justo “El infranqueable”; de Amanecí de Bala el poema del mismo nombre; Con un pie en el estribo está representado por versos escogidos y de 70 poemas Stalinistas  “Canción de la Noche y el crepúsculo”


EL INFRANQUEABLE
Tú llegas vacío por entre dientes
y los panes golpéante debajo
y sigues muerto de hambre.

Llegas vacío entre aguaceros
y la sed corónate su rey
y sigues hambriento nuevamente.

Y llegas vacío por entre sastres
y los trajes dante en las narices
y sigues al desnudo, caminando.

Tú llegas vacío por entre labios
y el amor recíbete a duro celo
y sigues tan solícito, amando.

Y llegas vacío entre  brazos
y el amigo en amistad rueda por tierra
y sigues amistando, cuerdamente.

Llegas vacío por entre odios
y el enemigo, ni se diga, te vacil
y sigues en espera de algún día.

Y llegas vacío por entre sangres
y el hermano niégate tres veces
y sigues ingeniándote animal.

Tú llegas vacío por entre obreros
y el desempleo prende la solapa
y sigues descontento, como nunca.

Llegas vacío entre lunas
y el campesino, anochécete el costado
y sigues afilando la consigna.

Y llegas vacío entre banderas
y el pueblo confíate su rostro
y sigues peleando tu mañana.[14]
            “El infranqueable” está elaborado en torno a nódulos de sentido opuestos colocados en tercetos muy bien distribuidos en tres partes: desamparo, soledad y falta de solidaridad [15], con un ritmo sostenido sobre la base del uso reiterado de la conjunción, de partículas pronominales encíclicas  y de la repetición de dos palabras (llegas y vacío)[16]. El estilo poético tiene por el uso de la repetición el aspecto de canción, la paradoja es el recurso que sustenta significativamente a la elaboración poética. “El infranqueable” es una suerte de arte poética, el poeta se sabe incompleto y aunque ante sus sentidos estén las salidas materiales a sus crisis o a sus conflictos, prefiere ejercer su oficio de descontento sin reforma, arreglo circunstancial o acomodo. De ese modo, muestra su desamparo. La protesta evidente se traduce en inconformidad constante, el poeta sin hambriento, sediento y desnudo no consigue en su entorno la salvación; sin amor, amistad y hermandad, solitario se muestra infranqueable pero esperanzado. Sin solidaridad urbana (obreros) y rural (campesino) el poeta sigue obstinado en su lucha.

      Amanecí de bala
amanecí bien magníficamente bien todo arisco
hoy no cambio un segundo de mi vida por una bandera roja
mi vida toda la cambiaría por la cabellera de esa mujer
alta y rubia cuando vaya a la Facultad de Farmacia se lo diré
seguro que se lo diré asunto mío amanecer así
esta mañana cuando abrí las puertas con la primera ráfaga
alborotando tumbando todo entraron a mis pulmones
los otros poetas de la pandilla de Lautrèamont
grandes señores tolerados a duras penas por sus mujeres
al más frenético le pregunto por su libro vagancia city
cómo me gusta complicar a mis amigos los vivo nombrando
el diablo no me llevará a mí solo
ella antiguamente se llamaba Frida y estaba residenciada en Baviera
en una casa de grandes rocas levantadas por su amante vikingo
sus locuras en el mar de los sargazos
hay sol hasta la madrugada y creo que jamás moriré
sin embargo deseo que este día me sobreviva
soy desmesurado o excesivo y no doy consejos a nadie
pero hoy veo más claro que nunca y quiero que los demás participen
hermoso día me enalteces desenfrenada alegría
no tengo comercio con la muerte no le temo
llevo en la sangre la vida de cada día soy de este mundo
bueno como un niño implacable como un niño
guardo una fidelidad de hierro a los sueños de mi infancia
en este punto soy socrático él  y yo elevamos volantines
restituimos la edad de oro el “qué habrá al final del arco suspendido”
ahora mismo se está mudando un río
hoy una morena de belleza agresiva me dijo pero si estás lindo
entonces yo le dije acaso no sucede cada dos mil años pierdo el hilo
día de advenimiento de locos combates de amor a altas temperaturas
desnudos nos hundimos en las aguas del mismo río
            “Amanecí de Bala” por su parte está elaborado en torno a una propuesta significativa de aprovechar el día, (“hoy no cambio un segundo de mi vida por una bandera roja/ mi vida toda la cambiaría por la cabellera de esa mujer alta y rubia”) amando y viendo más claro, y creyéndose inmortal (“hoy veo más claro que nunca y quiero que los demás participen/ hermoso día me enalteces/ desenfrenada alegría/ no tengo contrato con la muerte no le temo/ llevo en la sangre la vida de cada día). El poema liga lo transitorio y lo eterno, lo personal con lo mítico al nombrar a La pandilla. Un canto a mi mismo resuelto en torno a su amada y a su oficio de vidente, de amante.
CON UN PIE EN EL ESTRIBO
(selección de versos)
..........................
Quede claro hablo de un fuego sin límite
no del índice ni de la portada del libro de los muertos
..........................
Giro como un trompo solar
Dudo pero no desespero
Si quiero leer un radiante poema lo escribo
un oscuro también
En poesía ando solo y suelto prenda
Me hundo en los relámpagos de las ciencias exactas
............................
En el futuro la gran confrontación será
entre fisiología y las matemáticas aquí en la tierra
y la física teórica y la poesía más allá del infierno
Participaré vivo y pleno
en semejante combate en tal estruendo
...........................
Huid de las Escuelas de Letras cual demonios
Todo en ellas es inodoro incoloro insípido hasta más no poder
.............................
El poeta es el detonante
El poeta es el que ve no el visto
El poeta cuando se ciega entonces duerme
EL poeta necesita una cura de vigilia
El poeta será el clandestino
            La selección de Con un pie en el estribo manifiesta la postura radical de su oficio poético, fija sus linderos, se refleja y se retrata verbalmente, de modo lúcido arroja sus dardos en cada verso, una autosuficiencia tremendista y un afán de celebrarse en la poesía, de cantarle al poema y cantarse. “Definiciones” poéticas, disidencias verbales, un ultimatum  a su entorno.
            Finalmente, “Canción de la noche y el crepúsculo” se muestra como clara propuesta irónica de trastocar los refranes populares y de incorporar elementos cotidianos ligados a estas inversiones de sentido en torno a la vida y a la muerte, parodiando las situaciones alternas para concluir luego con un verso de Quevedo invertido y divertido.

CANCION DE LA NOCHE Y EL CREPUSCULO
Yo no le temo a la vida
aunque la encuentre en la calle
porque sin permiso del gato
la vida no vive a nadie
A. C. Loyola

Entonces quedamos en que la muerte es una sola
y lo que se gana apenas alcanza para medio morir
y dejad que los vivos desentierren a sus vivos
y estudien en la universidad de la muerte y peligro
de vida y  seguro de muerte y soy fiel  a mis vivos y pon
tus huesos al sol cuando veas dar agua a los de tu vecino
y aquí muertico y coleando y da lo mismo sentarse frente
a TV o a la TM y dejen que me les viva  y dejen que me les viva para que ustedes vean
y  a los 9 meses y por el método de parto con bastante dolor
en la paternidad anti-concepción palacios dio a sombra
un esquelético  de lo más tétrico y son muchos los ruidos
de cadenas de felicitación y sus numerosas amistades
han enviado rosas moradas y mustias y siguen llegando ruidos y flores
y el progenitor cuerdo de contento obsequia a los presentes grandes
cigarros de azufre y  con estruendo destapa una helada y espumante
botella de vitriolo y copas en alto auguran al recién malvenido un venturoso pasado
y el cancer no es vital si se le trata a tiempo
y dése muerte con Coca Cola
y muerte ¿tú me amas? y te querre hasta la vida
y se vivió de repente y tan lleno de muerte que se veía
y obstinado se quitó la muerte de un balazo y adiós fosa cruel
y vendrá la vida y tendrá tus cuencas y ese relajo in pace
y el avión se precipitó a cielo y no hay sobremuertos y todo
muere y se ovilla y vive y el vivero del este es más chévere
que el vivero general del sur y los rollos del mar vivo
y el origen de la muerte es hidrópico y otros sostienen lo contrario
y los sitios de veraneo TO y el paisaje de reposo Venezuela Suya
y en este recodo del camino sale un vivo a caballo y el sombrero al aire
y se comió del susto y  se las daba de más muerto que los demás
y señora un policía vivió a su muchachito cuando salía de la escuela
y huérfano de padre y madre y he visto vivos cargando basura
y por ateo no auptosia a los hijos y por eso andan por ahí el santo
día realengos y sin dios ni diablo que lo guarden y hasta
después de vivos son útiles y el culto a la impersonalidad y
veremos y escupiremos sobre la cuna del general desconocido
y lo vivió de una puñalada y ay rigorito
y la incomunicabilidad de los muertos y  a li mortacci tua
y carne serás más carne enamorada

·      Vigencia y urgencia de la palabra poética de Víctor Valera Mora.

            Una lectura integral de las obras completas de Valera Mora muestra los postulados de una época de manera decisiva y transcendente: oficio del poeta, fijar sus versos y sus circunstancias en favor del reflejo y la comprensión de su entorno mediante una comunión sustentada en la sensibilidad y en la claridad para asumir su destino de grabar en versos cada acontecimiento: cada vez que el poeta entrega su tiempo al oficio de escritura, este se le convierte en tiempo de entrega.
            Valera Mora, rescatado de su prematura muerte por su poesía ha vuelto y urge atender su mensaje conflictivo, desordenado, irreverente, tremendo e incendiario.[17]
            Palabra de conflicto pero también canto amoroso, canto esperanzado en un porvenir distinto, en un nuevo universo.
            Entre los jóvenes sin brújula Valera Mora está llamado a ser una luz de verbo y facto, un sendero.

CERRANDO PUERTAS

            Un ensayo que mezcle los fuegos históricos y poéticos sin que estos quemen las manos del aprendiz de ensayista, no puede ocultar palmas ardientes y dedos cansados, no obstante, se tradujeron de modo superficial veinte años de un proceso político y cultural de un país bastante complejo. Complacer a otros sin hallar satisfacciones personales sería mero ejercicio académico. Dos décadas en torno a un hombre y su obra que se sintetizan en dos sentidos:
·      La revisión del fracaso revolucionario de la izquierda comunista venezolana y sus seguidores tanto política, ideológica y estéticamente que, sin embargo, significó un cambio notable en las consideraciones artísticas del proceso cultural venezolano.
·      La producción literaria de un poeta trujillano y sus relaciones con el entorno como manifestación de una postura coherente entre los postulados ideológicos y las propuestas estéticas.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

Araujo, Orlando (1968) Venezuela Violenta. Caracas: Ediciones Espérides.

Bilblioteca Nacional. (1994) El Chino Valera Mora.

Caballero, Manuel (1988) Las Venezuelas del Siglo Veinte. Caracas: Grijalbo.

Chacón, Alfredo. (1970) La izquierda cultural venezolana. Caracas: Ediciones Domingo Fuentes.

Jiménez Emán, Gabriel (1987) “Las distancias imantadas de Víctor Valera Mora”. En: Antología  Poética. Caracas: Fundarte.

U.C.V. (1992) El Chino Valera Mora
Valera Mora, Víctor (1994) Obras Completas. Caracas: Fundarte.
Yague Jarque, Eloy. (1994)  Poesía Vino y rebelión”. En: Poesía vino y rebelión Caracas: Biblioteca Nacional



[1]Hay que recordar que desde 1936, venían dándose cambios sociales y políticos que prometían la transición definitiva y armónica de un gobierno totalitario y militar a una democracia civil y progresista.
[2]”Medina Angarita va a enfrentar sobre todo a dos vigorosas oposiciones: una abierta, civil, callejienta y bullanguera: la otra militar y como tal soterrada, pero lo que es peor ignorada; y por las tres cosas la más peligrosa de ambas.” (Caballero, 1988; 92)
[3]”Atípico el gobierno. Lo preside un general “gomecista” que no tiene un preso político; que permite que la prensa lo injurie, y sin embargo metería muy constitucionalmente preso a quien pregonase la lucha de clases; que mantiene en la ilegalidad a los comunistas pero los acepta como aliados; que no desdeña los “baños de multitud”, la confrontación callejera en mitines y manifestaciones, pero se niega a una elección directa mostrando mucha menos flexibilidad que el ex dictador Batista, que crea un partido para ganar en la calle pero entiende imponer al sucesor que mantiene in pectore como el más arcaico pontífice.” (Caballero, 1988)

[4]”La violencia en 1948, apoyada por el partido socialcristiano Copey y por URD concluye con la caída de AD y con la instalación de una dictadura  cuya represión arroja un saldo no menor de veinticinco muertos, sin incluir la masacre de Turén” (Araujo, 1968; 149)

[5]”Con el 23 de Enero de 1958 culmina un proceso de violencia iniciado por la izquierda diez años atrás y apoyado, en las últimas horas, por la burguesía y el ejército. Como en 1936 y 1945, la violencia pudo haber fructificado en revolución. Sin embargo, no sucedió así y el gobierno fue controlado por la alta burguesía que, habiendo lucrado en tiempos de Pérez Jiménez, se presentaba ahora como salvadora. El resultado fue Bentacourt quien, para neutralizar los grupos reaccionarios de poder (curas, militares y yanquis) comenzó vociferando un anticomunismo histérico un intocable “hilo constitucional” y finalmente una pintoresca y desvergonzada condición de súbdito yanqui (...) Este personaje puede enorgullecerse de haber sido el primer Presidente de Venezuela que concluyó su período con un saldo de 300 muertos políticos (no se cuentan los saldos de acciones armadas: Barcelona, Carúpano y Puerto Cabello) por acción represiva, más de diez periódicos clausurados; dieciocho parlamentarios inconstitucionalmente detenidos y secuestrados.” (Caballero, 1988)
[6]Los juegos permanentes del comunismo en las Universidades venezolanas se han limitado a reparticiones de cuotas de poder y enunciaciones de discursos marxistas cuya aplicación en la realidad ha sido enteramente opuesta. En todo caso ha sido palestra de revoluciones de cartón, mantenidas por ciertos catedráticos que gozan de todos lo beneficios y defendidas absurdamente por pequeños grupúsculos radicales inmersos en una gran placenta de beneficios estudiantiles y universitarios.
[7]Por supuesto que Venezuela no podía dar la espalda a esa realidad: fue precisamente en la década del 60 cuando esta toma de conciencia se agita en nuestro país a todos los niveles, golpeando a su manera los valores impuestos por el capitalismo y sus respectivas ‘caricaturas’ en todo el continente. Casi toda la producción de Sardio, Techo de la Ballena, y Tabla Redonda cumplen con ese cometido en el rango estético con un fuerte ácido, que intenta desacralizar todo trance impuesto e instituido, y comienza a forjar sus propios puntos con la realidad que serán tan diversos como coherentes. (Jimenez Emán, 1987)
[8]Un resumen sucinto de sus acciones durante este período  recoge los siguientes aspectos relevantes:
                En 1951 se traslada hacia San Juan de los Morros, ese mismo año intenta hacer un periódico local que fracasa al poco tiempo, ese mismo año se incorpora a la Juventud comunista. En 1956 se gradúa de bachiller, al año siguiente entra a estudiar sociología en la UCV, durante los disturbios de finales del 57 es apresado por la Seguridad Nacional. Sale en libertad a comienzos del 58. Dos años después se gradúa de Sociologo, en 1961 publica su primer libro: Canción del soldado justo. (UCV, 1992)

[9]Refiriéndose a los manuales viciados que se usan indiscriminadamente en la segunda y tercera etapa de Educación Básica destinados a la Historia de Venezuela.
[10]Cabe destacar que Valera Mora no perteneció a ninguno de estos grupos, aunque tuvo relaciones amistosas con muchos de sus participantes no se plegó a manifiestos o tendencias dictadas por un grupo. Su participación en La pandilla de Lautrèamont no puede verse como una postura grupal, los pandilleros se reunían para hablar y realizar con gusto y gozo algunas acciones atrevidas y bohemias, no obstante, hasta hoy no se le conocen manifiestos.
[11]En 1963 Valera Mora participa en imnumerables recitales en la UCV; en 1970 vive en Mérida y trabaja en la Dirección de Cultura; en 1971 publica Amanecí de Bala, al año siguiente vuelve a publicar Con un pie en el estribo; entre 1972 y 1973 vive en Europa, vinculándose con los Comité de Solidaridad con America Latina y el tercer Mundo, ese mismo año regresa a venezuela y trabaja con la Corporación Centro-Occidental; desde el 74 hasta el 81 trabaja en Caracas  en Cultura. Durante sus tres últimos años de vida coordina el Taller de Creatividad y Expresión Literaria para Niños en Gato Negro, Catia, muere en abril del 84 (30-04-9-1984)
[12]....los héroes literarios abarcaban un amplio espectro: desde Rimbaud, Baudelaire y Lautrèamont hasta los poetas norteamericanos de la Beat Generation: Ginsberg, Burroughs, Corso, Ferlinghetti, pasando por los surrealistas y Dadá; desde Pablo Neruda, César Vallejo y Nicolás Guillén, hasta García Lorca, Alberti y Miguel Hernández. (Yague Jarque, 1994)

[13]....la razón de Estado decide lo que los poetas pueden o no pueden. Hay que salvagualdar el orden y las buenas costumbres. Los dioses son siempre buenos. Ninguna ofensa puede hacerse en público contra los estadistas y las personas ilustres. En cualquier circunstancia se recomienda exaltar a los héroes. Las acciones de los políticos no atañen a la poesía. Son cuestiones a debatir en comisiones a puerta cerrada. La ironía es inadmisible. Los escritores son embusteros de vocación, por tanto se adscribe en los organismos de propaganda. Hay que preservar a toda costa la armonía cinún. En suma, lo positivo es lo que se expresa bien, lo que suena bien, lo decente, lo equilibrado. Los agitadores acaban en el exilio o son exterminados y sus obras prohibidas, censuradas, mutiladas dijo hace más de dos mil años Platón en La República. Todo lo contrario hizo Valera Mora, consciente de su oficio de vidente e incendiario, de niño terrible, sino piensen en un poema como “Nombres Propios” donde contradice todos los postulados platónicos, o en el  poema Historia donde cuestiona y autocuestiona la palabra: “Lo que dije de mí y no dije/ soy/ lo que dijeron y no dijeron/ también/ Estoy en Algo”
[14]Todos los poemas de Valera Mora aquí citados fueron extraídos del libro: Obras Completas. Caracas: Fundarte, 1994.
[15](1)Y llegas vacío por entre labios
    (2)y el amor recíbete a duro celo
   (3)y sigues tan solícito amando.
[16]y llegas vacío entre brazos (....) y llegas vacío por entre odios
    y el amor recíbete a duro celo (....) y el campesino, anochecete el costado
[17]no puedo vivir sin conflicto/; todo lo que toco o me toca lo desordeno/; hago lo que me da la gana/;yo sólo quiero parir escorpiones/; fui un arbolario/un mal incendio/; hay que vivir agresivamente/; ámame o bórrame del libro de la vida” (Valera Mora, 1994)

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