APUNTES SOBRE
LECTURA.
Dios los crea
Y el texto los junta.
I. Logros en el lector.
Recurriré
a una comparación inusual para expresar,
en un principio, como el cuento breve podría incidir en un lector.
Digamos que
un buen logro en relación con el contenido se parece a un cheque en blanco,
endosado y conseguido al azar. El futuro cobrador podrá poner en él la cantidad
deseada, siempre y cuando esta no supere el monto disponible (el cual
desconoce). Asimismo el lector podrá colocar multiplicidad de significados
siempre y cuando estos no superen el
fondo significativo[1], a pesar de que este puede ser inagotable
(cosa que no ocurre con una cuenta bancaria). El lector desconoce al principio
- algunas veces al final también - las posibilidades significativas del texto,
su encuentro azaroso[2] le niega de antemano el agotamiento
significativo.
II. Cualidades.
El escritor propone, el lector dispone.
Los
aspirantes a lectores de cuentos breves modernos deberían contar con un
reducido - y no por ello pobre - conjunto de cualidades que le permitan
procesar los textos de un modo adecuado. La adecuación en este caso se
corresponde con las características de iniciación, es decir, con los rasgos
imprescindibles con los cuales debería contar un iniciado en la lectura de
cuentos cortos.
Es necesario
señalar entre las cualidades de procesamiento textual incluiré a:
· La cultura general;
· al proceso interactivo del lector y,
· La creación a partir de la lectura.
Un iniciado
en la lectura de cuentos cortos deberá contar entonces con un cúmulo de
adquisiciones culturales aceptable que le permitan expandir[3]
los significados iniciales del texto y deberá al menos ser creativo en el
proceso de reconstrucción textual pues pareciera que la creación parece estar
reservada a unos pocos.[4]
Retomo el sentido de las consideraciones en
torno a las cualidades de los lectores de cuentos breves (la cultura general,
la interacción y la creatividad) para
reseñar la naturaleza de cada una de estas.
La cultura
general y la interactividad implican procesos cognoscitivos a partir de los
cuales se genera la base de conocimientos que posibilita la comunicación entre
el texto y el lector, entre las
propuestas del escritor y las disposiciones del lector, digamos que su base es
objetiva, sujeta a ciertos pasos predecibles. La creación (o en su defecto la
creatividad) tiene un basamento subjetivo a pesar de su naturaleza cognitiva.
La
formación cultural permite al lector acceder a un sinfín de posibilidades
culturales, aportándole todo un mundo de significados; la interacción por su
parte le permite llevar al texto dichas adquisiciones y expandir la lectura; la
creación en cambio reclama un ejercicio constante para fluir y aunque se apoya
en las anteriores sus sendas son imprevisibles. Un lector desconoce lo que sus
ojos encontrarán en los próximos libros que el azar le conceda. Desconoce sus
futuras creaciones, estas saldrán de los cheques en blanco proporcionados por
los escritores.
Es probable
que estas cualidades iniciales se harán más complejas en la medida que el
lector obtenga un mayor dominio de su oficio. Tentativamente pienso que un
lector de cuentos que haya superado estos cuatro estadios, hará lecturas bajo
procesos más complejos, adaptados a su mayor dominio del oficio como lector.
Tentativamente
pienso en un lector de cuentos que se encuentre en un estadio avanzado de
lectura cuenta con una tendencia, casi automática, de relacionar los puntos
significativos del texto tejiendo un
entramado a partir
del cual reconstruye los significados propuestos e hilvana un sentido coherente
en torno al cuento corto.
Si
el oficio de un escritor es crear y sus libros son las búsquedas incesantes del
paraíso perdido, los lectores son los que intentan reordenar el mundo
primigenio. Por ahora proscribiré las cualidades de un escritor de cuentos
breves, por considerar un absurdo que hubiese tal tipo de cualidades, sin
embargo, reseño a continuación lo que expreso como las búsquedas de un escritor
de cuentos. Los creadores buscan rescatar la unidad perdida, pero tal búsqueda
es infructuosa, por lo cual cada propuesta textual apenas si esboza un paraíso
trastocado, por esta razón el lector intentará en cada lectura recomponer ese
mundo primigenio. Por supuesto que las propuestas de los escritores difieren unas
de otras y apenas se tocan en similitudes conscientes o inconscientes a las que
Genette ha llamado relaciones transtextuales y las cuales no mencionaré en este
ensayo. A menos que se sea un Pierre Menard la obra no tendrá espejos idénticos
en otras obras, sus reflejos son creados por los lectores quienes disponen de
las propuestas de los escritores para imaginar los mundos alternos que la literatura nos presenta. Los retazos
de espejos restantes (que fueron las trizas que quedaron de la unidad perdida)
suponen las relaciones entre las obras.
III. Tipologías.
El
oficio de un escritor es crear manzanas
el del crítico, hacer
Evas.
El lector se
acerca gradualmente a los significados propuestos en los textos, de este modo,
se dispone de gradaciones que van desde la simple anécdota reproductora del
argumento hasta los análisis realizados por los teóricos de la literatura.
Entre
los dos extremos anteriormente nombrados se sitúan el ejercicio lúdico del
lector, necesariamente los grados no tienen que ser sucesivos e inalterables,
la práctica constante y consciente podría ocasionar saltos considerables.
Inicialmente dispondría de una clasificación que consta de cuatro grados, a
saber:
A) lectura anecdótica o reproductora del argumento.
B) lectura de identificación o correlativa.
C) lectura de desmontaje o dirigida, usada con frecuencia
en nuestros cursos universitarios de literatura y
D) lectura lúdico-creativa o lectura de iniciados.
Por fuera quedaría la
lectura realizada por los especialistas que conlleva a análisis profundos de
los textos. Por supuesto que han también han quedado a un lado los matices y/o
combinaciones pero los cuatro tipos de lectores mencionados anteriormente son
apenas un intento de clasificación.
[1]El
fondo significativo refiere paradójicamente la posibilidad insondable del texto
literario, es decir, dicho fondo tiene sus limites en la multiplicidad de
combinaciones simbólicas que tiene un texto polisémico. Estas posibilidades al
agotarse luego de una lectura extremadamente analítica, crítica y hermenéutica impedirían cualquier otro
desmontaje o interpretación sucesiva, se
dice entonces que se ha conseguido el fondo significativo del texto. Lejos de
ser una delimitación, es un compromiso. Un lector nunca terminará de
conseguir en su proceso de lectura ese
fondo, de encontrarlo habrá accedido tal vez a ese mundo edénico o infernal que
el escritor ha disuelto en su creación textual.
El fondo significativo debe distinguirse de la
estructura profunda planteada por Chomsky pues mientras esta supone un logro
inevitable a partir de rasgos pertinentes que darán cuenta de la
intencionalidad del discurso, el fondo significativo no busca intenciones sino
extensiones discursivas, es decir, mientras la estructura profunda persigue
buscar estructuras universales válidas para las distintas lenguas, el fondo
significativo intenta enriquecer las múltiples interpretaciones que un mismo
discurso puede tener.
[2]Todo encuentro
con el texto es azaroso porque los procesos cognitivos que dan lugar al proceso
de lectura son impredecibles, bien pueden “asignarse” lecturas pero su
desarrollo depende de muchas circunstancias, no asignadas, que inciden y marcan, condicionan o alteran el proceso
mismo, tales circunstancias pueden
depender desde la simple distracción hasta la muy subjetiva predisposición
anímica. Juega por lo tanto, el azar del momento, un papel muy significativo.
La lectura es un ejercicio lúdico por excelencia.
[3]La
lectura de textos literarios es un proceso expansivo, la actividad lúdica desarrollada
por el lector genera simultáneamente un sinfín de combinaciones que tejen un
entramado significativo expansivo y enriquecedor. Es por ello que todo intento
de “tocar fondo” es inútil, a cada intento de cierre le sucede una apertura.
[4]La cultura general
puede adquirirse en el contacto continuo y constante con las manifestaciones
artísticas, en este sentido, se recomienda a los jóvenes asistir a obras de
teatro poesía, exposiciones de pintura o escultura, en fin a todos aquellos
actos que contribuyan al enriquecimiento del espíritu. La sola asistencia no
garantiza la adquisición, el iniciado deberá participar mentalmente en cada
encuentro con el arte; y para ello deberá “abrir” sus sentidos pues de tal
actitud dependerá el desarrollo de su sensibilidad y de su sensorialidad;
dependerá la mejora de sus aptitudes o la explotación de sus potencialidades.
El cine y la T.V (acercándose con criterio y selectividad) proporcionan de
igual manera el suficiente material espiritual que garantice su iniciación en la
literatura. Es igualmente importante ser un lector ávido en relación con los
temas de historia del arte, para reforzar las adquisiciones culturales y
consolidar la formación intelectual, además de comprender el desarrollo de las
facetas artísticas de la humanidad. En relación con la creación y la
creatividad, distingo la primera de estas concibiéndola como una cualidad casi
indefinible que es innata reservada a muy pocas personas y que implica un
aporte totalmente nuevo al mundo cultural; mientras que la creatividad por su
parte es susceptible de ser desarrollada, mejorada y a la cual tienen acceso
todas las personas, ser creativo y creador son estados distintos la creatividad
consiste en buscar vías no tradicionales a los inconvenientes usando para ello un
pensamiento divergente basado en la intuición. La creatividad se desarrolla con
la lectura constante y atenta de textos literarios, los cuales se eligen al
azar, es decir, sin que entre el lector y el texto no medie ninguna
obligatoriedad. Las conversaciones sostenidas a propósito de las lecturas y la
búsqueda de interpretaciones inusuales reforzarían a la creatividad. Para
culminar, la interacción en el proceso de lectura consiste en disponer en el
texto las adquisiciones culturales (o
las cargas significativas) que
constituyen el mundo de significados del lector y entrar en contacto con el
mundo de significados propuesto por el escritor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario