FALSARIO
DE UN APRENDIZ
Notas brevísimas a propósito De una
lectura lúdico-creativa De un cuento de Adolfo Bioy Casares
El copista advierte que:
"...hay
un olor rondando:
en
caso de libro
rompa
el incendio.
Aquel hombre soñó que era Dios,
al séptimo día despertó.
J.L.B.
ANDANZAS
Y DESVARIOS DEL ARLEQUIN
Con hojas sueltas no se hacen árboles
pero si se crean libros. Andando entre letras tanta es la costumbre de soñar
que a veces se nos seca el seso. De tanto leer llevo en las manos los mundos de
mis ancestros, cualquier rama verbal o página ajena que el lector encuentre en
estas líneas sale de mis desvaríos.
Balbuceos
apenas, pero que las voces ajenas no salgan de una cita, que los libros que
llevo por dentro iluminen lecturas pero que no se hagan con otras voces los
vestidos para el arlequín. Odio a las citas, cuando cito vivo por necesidad.
El
hombre cuando escribe es un arlequín vestido por sus lecturas y desnudado pos
sus palabras, deseo vestir un cuento con los olores de la infancia, que es el
lugar primigenio de todos los recuerdos: fundaré mundos con mis ojos, desarmaré
mundos con mi voz. El arlequín recrea mundos con sus manos, el oficio de un
escritor es buscar incesantemente máscaras. De la mueca, sonrisa o rictus
de amargura que se diluye en las
palabras y se dibuja luego en el reflejo del rostro del lector. Los lectores
son espejos sin memoria donde a cada palabra pronunciada le corresponderá una
metamorfosis, una máscara de turno.
A
nadie hago reír desde que escribo, no lo persigo. Mis hojas son frases sueltas
buscando molinos de cuentos, gigantes de viento.
Un
arlequín no escribe por necesidad. Un arlequín necesita escribir.
APUNTANDO
He querido iniciar el recorrido
abriendo espejos. Juzgue el lector estas palabras, esa será su máscara de
turno.
Este
pequeño ensayo está hecho con frases sueltas en torno a la lectura de un cuento
de Adolfo Bioy Casares titulado "A propósito de un olor" relato
perteneciente al libro Una muñeca rusa.
(1991)
El intento de abordar el cuento
mencionado desde una óptica lúdico-creativa representa para el supuesto autor
de este ensayo un ejercicio que pretende dar cuenta de su propuesta teórica
(¡que vana pretensión!) en torno a la narrativa breve, sus postulados fueron
parcialmente facilitados con anterioridad al Maestro encargado del curso en
una separata el mismo día de la exposición asignada. Advierto que son intento,
no se tome como algo definitivo y agradezco las observaciones y/o correcciones
de rigor.
El primer punto ya expuesto del
presente ejercicio corresponde a la primera parte del preámbulo y fija posición
alrededor de ciertos aspectos de escritura o de creación literaria y se titula: Andanzas y desvaríos del arlequín. Seguidamente se realizan algunos comentarios: En torno a lo fantástico. Anotaciones personales.
No ignoro las propuestas tan lúcidas
que ha hecho el escritor venezolano
Víctor Bravo en su libro Los poderes de
la ficción (1987) y aun cuando sus disertaciones rebasan a estas frases
sueltas por su amplitud, erudición y
mejor dominio del oficio de la escritura espero que este ejercicio sea algo
distinto, por ello no lo citaré ni a él ni a ningún otro teórico, los estimo en
demasía como para saquear sus escritos. El
tercer apartado reseña - de modo sucinto -
los juegos y olores de un lector defectuoso que pretende escribir.
Posteriormente
señalo algunas relaciones entre los personajes del cuento mencionado arriba.
Al
final señalo los aspectos que he querido destacar en el cuento, aspectos simbólicos
de cruzamientos de vidas, historias y olores.
Todas estas grotescas desproporciones
entre la riqueza del mundo percibido
por el olfato
y la pobreza del lenguaje hacían
que dudará del sentido de la lengua.
PATRIK
SÜLKIND (El
perfume)
PRIMERA
SALIDA
EN
TORNO A LO FANTASTICO. ANOTACIONES
PERSONALES.
Limitaciones.
Pensar
que en la literatura se encuentra el único ámbito de lo fantástico es
subestimar su alcance, quizás hacerlo implica una limitación parecida a la de
aquellos hombres que pretenden ubicar como contexto de aparición de los ángeles
a los terrenos religiosos o a los libros sacros de la iglesia católica.
En
cualquier manifestación humana está escondido un halo fantástico, hasta en los
libros más racionales o reflexivos de la filosofía o la ciencia se encuentran
velos alternos -diría cualquier víctorbravosiano- que se pudiera atisbar y
develar.
Fantástico
es cualquier ruptura que la razón no puede explicar y quizás las hoy sesudas
explicaciones del origen de la vida sean, dentro de unos cuantos años,
literatura de ficción, a la caída de una espíteme suceden y renacen los velos
de la fantasía.
Especula
el hombre para explicar, especula para esconder miedos, para volcar la
multiplicidad del cosmos en el lenguaje, lo fantástico es terreno baldío donde
la razón ha perdido su dominio. De lo fantástico a la realidad virtual
Son
fantásticos los mundos recreados por la virtualidad, el ciberespacio es otro
mundo creado por estas máquinas ávidas de interrumpir el paraíso del hombre con
la naturaleza. Los sensores desplazan a las palabras y desploman al mundo
real. La ficción nace entonces de los lenguajes
de programación cibernéticos y se instalan en las mentes de los ciberactantes.
Esta
ruptura epistemológica ha ocasionado francas desavenencias en relación con las
propuestas verbales que la literatura ha ejercido en los lectores. El
advenimiento de una nueva era audiovisual signada por la interacción ha
propuesto discusiones interesantes en torno a la recreación de estancias
temporales y espaciales bajo lenguajes de computación.
Admito
que los campos (literario-ficcional y cibernético-virtual) no se sustituyen y
no está en mi ánimo enfrentarlos, al contrario se complementan y enriquecen. La desviación aparente tiene su base
en los presupuestos teóricos a propósito de la creación de mundos alternos que
llevan al hombre a ámbitos fantásticos. En ese encuentro del arte con la
tecnología se está fraguando una rebelión que pretende quebrar la espíteme
dominante en el siglo XX.
A
partir de interrelaciones verbales el hombre fue, durante mucho tiempo, un
pequeño dios que creó en su pensamiento mundos alternos rebosantes de elementos
extraordinarios que rompían con la cotidianidad.
La
lectura, a pesar de Mac Luhan, no perecerá, ahora para leer al mundo se suman
los otros sentidos, los sensores nos posibilitan la entrada a otros mundos
provistos de realidades recreadas.
Buena
parte de las producciones cinematográficas de nuestro tiempo recurren al
artificio tecnológico para crear ámbitos fantásticos pero ello no impide que
sigamos leyendo.
En buena parte de
los "nuevos" juegos de video se intenta incorporar al jugador usando
la cibernética, no obstante, los juegos de lectura persisten y para los
iniciados siguen siendo tan atractivos como estas maravillas tecnologías.
Quizás la razón que predomina en ambos es que el protagonista es el homo
ludens. Porque jugamos creamos mundos fantásticos donde lo imposible está de
capa caída y los velos se cruzan a cada rato en la lucidez de la razón.
Particularmente
"ligar los ámbitos de la ficcionalidad literaria con los de la realidad
virtual pueden desvirtuar, probablemente, el ejercicio imaginativo del hombre
y con esto la creación artística.
Lecturas y vivencias
A
partir de la lectura se inaugura una multiplicidad de relaciones cognitivas
conscientes e inconscientes que ponen de manifiesto un sinnúmero de
experiencias culturales y vitales del lector, en el caso estrictamente
literario la polisemia textual supone una multiplicidad de estancias
temporo-espaciales en el lector. Pensando en estas noches renuncié a la idea de
seguir pensando que debería conformarme con las propuestas a propósito de lo
fantástico, sacados de libros decimonónicos y de manuales de psicoanálisis. Lo
fantástico es todo lo que nuestra mente no se imagina y que surge de
situaciones inusuales, fantástico era para un aborigen americano un tren como
para un latinoamericano es un trasbordador espacial, fantástico es para un
francés una serpiente amaestrada con música como para un suizo fantástica es la
existencia de los sicarios colombianos. Fantástico es nuestro dios crucificado
para un siux como es para un motilón fantástica la idea o el misterio de la
trinidad.
Lo fantástico en América y sus
implicaciones
Decía
en días pasados que lo fantástico en América era todo lo que la cotidianidad
rozaba para alterar a la ficción. La impronta fantástica de lo desconocido se
constituye gracias a las posibilidades de la mente humana de imaginar pero
como los americanos vivimos imaginando más que pensando pues es natural que
aneguemos la ficción con nuestra realidad mental. Un proceso inverso conlleva a
instaurar nuevos mundos, cuando intentamos decir la verdad es cuando las
versiones dicen nuestras mentiras. Agregaba en aquel entonces que por esa razón
se recurra a crear imaginarios zoomórficos llenos de sirenas, unicornios,
gárgolas y toda especie de engendro extraordinario para proponer a los lectores
las alteraciones del "mundo real, el mundo racional y verdadero".
La sola mención de
la palabra es una puerta para que se inaugure toda clase de ficción fantástica
en el referente, en la realidad misma, lo fantástico empieza cuando los
objetos ordinarios empiezan a llenarse con una aureola de misterio que lo troca
en alteridad.
Las
propuestas de los escritores, de antemano, constituyen un aporte más al mundo
fantástico, pero la ruptura no está en la referencialidad del texto sino en la
disposición que de tales signos hace el lector. Es el lector quien da paso a la
ficción, la ruptura se inicia en las palabras, a veces, pero se desarrolla en
las máscaras del lector.
SEGUNDA
SALIDA
OLORES DE UN LECTOR O JUEGOS DE UN
ESCRIBIDOR
Olor A
Anécdotas de una lectura.
Un payaso entra en
la madrugada de un profesor con un olor y termina en el manicomio. El profesor
se contagia e intenta, para descubrir el origen del dolor, hacer el amor con su
vecina, ella va al médico vecino y le traspasa el dolor que el profesor le
había dado y este último termina casándose con la mujer que al profesor le
gustaba. Toda una cadena de desvaríos que surgen por las emanaciones de un
olor.
Olor
B.
Relaciones
de una lectura.
En la época
que nos ocupa reinaba en las
ciudades un hedor
apenas concebible para el
hombre moderno...no
había ninguna manifesta-
ción de vida
incipiente o en decadencia que
no fuera acompañada
por algún hedor.
PATRICK SUSKIND
Un
hombre soñó que había enfermado de realidad, al abrir los ojos salieron dos
mariposas de sus párpados, entonces supo que todo había sido simplemente un
sueño. Alguna vez hemos creído que oír voces inexistentes y no contestamos por
superstición pero rara veces creemos percibir
olores inexistentes. Enfermo de realidad intentaré escribir algunas frases prestadas conseguidas
en mi computador al azar cuando escribía este trabajo, el cual había
interrumpido porque alguien tocó la puerta
para preguntarme por un olor extraño que lo atormentaba: De contagios supe
un día cuando leí un pasaje de una novela contemporánea , pero en Macondo el contacto humano
provocaba la enfermedad, en el cuento "A
propósito de un olor" el cruce verbal y la invasión de la intimidad
provocan el trastocamiento de los sentidos.
Fernanda, la de partos múltiples, será una suerte de Eva que expulsará a
Roberto de su infierno a través del payaso a quien le ha transferido un hedor
casi imposible de soportar, no es una fruta lo que traspasa la Eva-multípara es
un olor, acaso una feromona, olores que siempre hemos tratado de esconder con
cosméticos, y parece ser que la solución es intentar buscar de dónde proviene
pero siempre en la búsqueda es transferido la hediondez, en una novela como Los
viajes de Gulliver el viajero satiriza la sociedad cuando al volver del mundo
de los caballos sus congénere le apestan, de igual modo, cuando los personajes
vuelven de su intimidad e invaden al vecino empiezan a sentir olores
nauseabundos. En una obra del teatro del absurdo (La cantante calva) un bombero toca la puerta para preguntar si por
casualidad por allí no tendrían un incendio, conducta que rompe con el
procedimiento "natural" de los hombres, en un sentido un tanto
similar, en el cuento "A propósito
de un olor" la primera reacción racional del Profesor ante la pregunta
del payaso fue pensar en la existencia de un incendio. El olor a quemado puede
alterar la cotidianidad pero hay ciertos
olores que socialmente aunque sean muy repugnantes son aceptados siempre y
cuando se sepa su procedencia pero no por ello cualquiera va a interrumpir la
vida de los demás, sin embargo, la ruptura se da en el momento mismo en el cual
uno de los interlocutores no siente el mal olor que al otro le atormenta.
Olor C
En torno a lo fantástico de los olores
La alteración de
la cotidianidad por el contagio oloroso causará francos desvíos en la vida ordinaria
de los personajes, es evidente, pero habría que atisbar un poco más allá para
incursionar de mejor manera en el ámbito de lo fantástico y en los mecanismos
narrativos que lo impulsan.
Resulta
paradójico pensar en una enfermedad que tan pronto se transmite se elimina para
el sujeto transmisor y digo enfermedad porque la psicopatología es muy
evidente, el enfermo -en la sociedad moderna- es el individuo que tiene
características psíquicas o fisiológicas anómalas o alejadas de un modelo- por
tal motivo no es "normal" que un payaso se ufane en la madrugada (a
nadie le es permitido en la sociedad moderna madrugada hacer ciertas cosas que
no sean hacer el amor o dormir, en la intimidad; o beber y bailar en la
discotecas o sitios reservados para ello, cualquier desviación es una
transgresión a la norma y como tal debe ser castigada).
En
el siglo XX, tiempo de la ciencia y la tecnología es poco común creer que una
enfermedad se curará transmitiéndola es por lo tanto anómalo hacer conjeturas de
esta índole en nuestros días.
Ultimo olor
Nombres propios y ajenos
o del ludismo de un lector
Ravenna
es el apellido del primer personaje interrogado, al igual que la catedral
bizantina conocida por sus mosaicos y cuya base es octogonal el cuento se
estructura con fragmentos de vida (ocho intervenciones significativas que comienzan
la tarde de fiesta infantil en la que Fernanda traspasa su olor al payaso,
Venancio (el 6B) prosigue, Roberto Ravenna continua -interviene Garay y
Clotilde la portera para seguir con Octavia y enlazar con Rainer que termina
transfiriendo su enfermedad con Fernanda que al final se confesará inmune, un
octágono que cierra un ciclo simbólico y significativo que empieza con una
fuerte desavenencia entre un profesor y un payaso y culmina en un compromiso
amoroso entre una divorciada y un médico. "Más vale un buen nombre que un ungüento
oloroso" dice el Eclesiastés parodiándolo diría "De que vale un buen
nombre sin un ungüento misterioso", el brujo Rainer resolverá el conflicto
estableciendo un contrato amoroso, correspondiéndole a la atormentada se
elimina para ambos la posibilidad de contagio y de enfermedad. Un viernes
circuló fantásticamente entre los vecinos de un edificio un
olor-hedor-dolor-amor que cambió sus vidas por un buen rato. La anegación
fantástica llega por vías impensadas, así como un poeta debe procurar rehacer
la metáfora e innovar en cada poema un cuentista deberá buscar una salida ingeniosa, ajena a cualquier lugar
común que inunde de ficción la mente de los lectores.
Sospecho
que muchos lugares quedaron sin visitar pero espero que la lectura siga
expandiéndose, dando lugar a más juegos de significados. No perseguí conseguir
el fondo de estas historias que se meten una dentro de las otras como una muñeca rusa.
Entre
los andinos es común creer que no se debe contestar a llamadas que solamente
oye una de las personas porque piensan que de hacerlo pueden abrir la puerta de
la muerte y contestar afirmativamente
al llamado, el que cree oír que lo llaman con frecuencia pregunta a quienes lo
acompañar si oyeron algo, si estos le responden
negativamente, no responde, conducta primitiva que conserva mucho de los
rituales mágicos donde la divinidad se mezclaba con lo humano a través del
verbo.
En Cien años de soledad los personajes se
enferman de insomnio y se contagian de
olvido, en el cuento "A propósito de
un olor" los personajes se contagian sucesivamente de hedor y se
contagiarán de obsesión, trastocando su vida para siempre.
En
épocas remotas se creía que ciertas enfermedades cutáneas se transferían
pero en nuestro tiempo la razón
diagnostica y no cura la fe ni la
creencia, mucho menos la superstición, cualquier desviación invade el terreno
ficticio, entre los relatos orales que aun conservan los pueblos andinos se
encuentra el de los "sabañones" es creencia popular pensar en que si
un enfermo tocaba a medianoche la puerta de una casa respondiera ante la
interrogante «quién es» agregará sabañones en los pies y saliera corriendo
dejándole la enfermedad al que había respondido y despojándose de la misma en
el acto.